Un edificio reconvertido en el hogar de nuestra lengua
El edificio que alberga actualmente Euskararen Etxea fue construido en los años cincuenta en el barrio bilbaíno de San Ignacio. Era la posguerra y para hacer frente a la escasez de viviendas en Bilbao, el Gobierno español construyó más de mil casas en el barrio.
Todos los edificios del barrio se construyeron siguiendo el mismo estilo y patrón, pero la que hoy es Euskararen Etxea tenía varías particularidades. Por un lado, fue la sede de la falange y fue construida frente a la iglesia. En su origen, a ambos lados de la manzana, tenía pasillos para pasar, desde la plaza frente al edificio, a la plaza frente a la iglesia. Por otro lado, el edificio presenta una altura similar a la del resto de casas del barrio construidas en la época, pero estructuralmente presenta ventanas más amplias y, en la primera planta, un balcón ocupa toda la anchura del edificio.
Tras varios años cerrado, en 2004 la Diputación Foral de Bizkaia inauguró Euskararen Etxea con el objetivo de ser un referente en la sociedad vasca para promover y preservar la lengua. En 2014 el edificio adquirió definitivamente el aspecto actual, es decir, se cerraron los 2 pasos de los bajos que unían la plaza de la iglesia con la actual plaza Aoiz y se convirtieron en un espacio perteneciente a Euskararen Etxea.
Entre otras cosas, cuenta con el Centro de Interpretación del Euskera premiado este año 2025 con el Premio al Museo Europeo del Consejo de Europa destacando su contribución a la comprensión del patrimonio cultural europeo y a la promoción de los derechos humanos y la democracia.
