La Universidad de Deusto ha sido desde hace más de 100 años una institución fundamental en la configuración de la margen derecha de la ría. La bilbioteca, sin embargo, se sitúa en la margen opuesta, en la zona de Abandoibarra. El arquitecto planteaba que el proyecto no compitiera en protagonismo con el Museo Guggenheim, pero sin dejar de mostrar su carácter de edificio público y su relación con la Universidad. Es por eso que el acceso peatonal se produce directamente por la fachada enfrentada a la Universidad. La biblioteca también conecta con el parque mediante un patio abierto, a modo de transición entre lo construido y el jardín.

El material utilizado en el proyecto es el pavés (vidrio translúcido), que forma un volúmen monolítico y uniforme, neutro e integrado en el verde del parque, sin competir con el titanio del Museo. Las esquinas del edificio rompen el bloque uniforme, se cortan, y estos cortes totalmente transparentes contrastan con el resto de la fachada. Ésta, gracias a sus materiales, se convierte en una linterna por la noche mediante su iluminación interior. El edificio tiene 4 niveles subterráneos, en el más bajo se ubica el aparcamento y en los otros tres el archivo de la biblioteca. La escalera principal, que está abierta a un patio interior, conecta todas las plantas y también es visible desde todas ellas. Las salas de lectura, que se encuentran en plantas superiores, se orientan con vistas al Museo Guggenheim, que supone el fondo de la escena. Los núcleos de comunicación vertical, almacenaje de libros, espacios de trabajo y los espacios de servicio envuelven estas salas. La biblioteca por tanto prioriza la presencia del lector, a quien se destinan las zonas más nobles de la misma.